sábado, 24 de enero de 2015

Medicamentos naturales milagrosos y medicamentos científicamente probados nefastos

Entender que existe un problema o una contradicción es un paso; aportar una respuesta que nos permita resolverlos, otro. Y desgraciadamente el primer paso no implica necesariamente el segundo.


Hoy, de nuevo, discutía con alguien sobre las medicinas naturales. Medicinas naturales o alternativas que valen a 70 euros en la farmacia, pero que no benefician a las farmacéuticas.

El caso es que existen varios argumentos que se repiten de manera casi constante en la argumentación pro-natural:

  1. A mi y a otra gente le funciona.
  2. Hay estudios que lo demuestran, aunque no se cuales ni como.
  3. Si me dices que hay estudios que lo desdicen, es que están financiados por farmacéuticas.
El caso que más me llama la atención es el del Gynko biloba, una planta gimnosperma, único ejemplar ya de lo que fue la división Gynkophyta, y al que se le atribuyen todo tipo de características curativas.


Mientras que diversos médicos y pacientes aseguran sus increíbles propiedades curativas, ninguna propiedad curativa puede llegar a ser científicamente demostrada. Es posible sospechar de que dichas propiedades curativas no existan. Sin embargo, cuando le planteas esto a un pro-naturales (utilizo un término algo pobre, lo reconozco), la respuesta es que no interesa al poder económico.

Si han abierto el link que he escrito antes, verán que Gynko le permite a muchos embolsarse 500 millones de euros anuales: es decir, el Gynko, para estar tan fuera del interés económico, mueve bastante dinero. La lista de fármacos naturales y suplementos alimenticios que le han encargado distintas personas a mi abuela tiene productos que valen 70 euros la caja. ¿Están fuera del poder económico? Y lo más interesante: ¿Quién vende estos productos? ¿Cooperativas de granjeros hippies que producen fuera del sistema económico y los venden para cubrir costes? ¿O simplemente farmacéuticas y compañías afines?.

Es más. Hay quien dice que los grandes estudios de las farmacéuticas no justifican nada (vaya paripé de dos décadas que se montan). Es decir, que ni siquiera tienen interés en venderte cosas que curen. En cambio, un bote de pastillas con extractos de cualquier hierba medicinal sin que nadie estudie de manera controlada sus propiedades si. Cuando discutes con un pro-medicina natural, parece que cualquier cosa que salga de una planta va a ser milagrosa; mientras que cualquier cosa que haya sido producido por los métodos convencionales, es un vil engaño y es nefasto. Incluso, he llegado a oír que las medicinas naturales son el futuro, y que las medicinas convencionales son el pasado, que vienen a ser recetadas por médicos "conservadores". ¡Ah!. Osea que olvidarnos del rigor y volver al chamanismo y a los curanderos es el futuro y no el pasado.

No creo.

Lo que tenemos que tener claro, es que si que existe un problema: farmacéuticas enormes, que facturan miles de millones, que con sus patentes impiden que muchos tratamientos lleguen a quien más lo necesita; farmacéuticas que impiden el desarrollo de ciertos fármacos porque no les sale rentable llevarlos hasta el final del estudio. Pero ojo. Este problema no se soluciona metiendo hierbas del jardín en pastillas y asegurando que curan hasta el aburrimiento: se soluciona construyendo una alternativa de producción de fármacos que no dependa únicamente de las grandes compañías, que ante todo, buscan llenar sus bolsillos de dinero.